Nombre del autor:Belen Chaparro

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EDUCACIÓN SECUNDARIA – CICLO ORIENTADO

• Continuar los ítems anteriores. • Proyecto de vida futura. Discernimiento desde los múltiples aspectos de la elección de vida (laboral o estudios). • Promover la salud integral y los elementos que contribuyen a una mejor calidad de vida, teniendo en cuenta todas las dimensiones (biológicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales). • Fomentar la responsabilidad y el compromiso consigo mismo, con el entorno y con la sociedad. • Concientizar acerca de la integración (individuo como parte de una familia, de una sociedad, de un país, etc), el bienestar común, la solidaridad. • Fortalecer los procesos de identidad, autonomía y autoestima. • Orientar al descubrimiento de recursos y herramientas para afrontar situaciones conflictivas, obstáculos y crisis. • Análisis y reflexión sobre mandatos, creencias y mitos sobre las sustancias adictivas. • Promover la investigación sobre tipos de drogas, drogas legales e ilegales, efectos y consecuencias de su consumo a nivel orgánico, psicológico, familiar y social. • Favorecer la expresión de sentimientos, emociones, necesidades y deseos a través de diferentes lenguajes (verbal, artístico, gestual, etc). CONTENIDOS TRANSVERSALES ACTIVIDADES ACTIV. ESPECÍFICAS(talleres, películas, etc)  – VALORACIÓN DE LA VIDA – COMUNICACIÓN   – EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS   – LÍMITES   – RESPONSABILIDAD   – SOLIDARIDAD   – INFORMACIÓN – ANÁLISIS CRITICO   – Conexión con la vida: compromiso transformador, promover acciones y comportamientos saludables: hábitos de higiene, cuidado del propio cuerpo, tiempo libre, alimentación, nutrición. – Valorar y valorarse. Confrontar con las propias convicciones y creencias las propias producciones, emociones, opiniones, etc y las de los demás. – Fomentar la ética y la moral, analizar y reconocer su diferencia. – Fomentar acciones solidarias y de cooperación. – Responsabilidades apostólicas o solidarias. – Investigar sobre drogas, alcohol y tabaco: efectos y consecuencias psicofísicas y sociofamiliares. -Alternativas sanas de diversión. – Desarrollo espiritual a través de retiros y encuentros más profundos y orientados. -Taller sobre Autoestima o grupos orientados: indagar y reflexionar sobre la autovaloración, la autoimagen y el lugar de la mirada de los otros. – Dramatizar y ensayar las posibilidades de decir “no” frente a presiones de pares o del grupo. – Taller de juegos: competencia y cooperación, integración grupal, etc. – Taller de Límites. – Taller de Comunicación. -Proyección de películas y posterior debate. -Lectura y análisis de cuentos y canciones -Organización de alternativas de esparcimiento.

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EDUCACIÓN SECUNDARIA – CICLO BÁSICO ( Pre-adolescencia)

• Valorar la vida. Promover el desarrollo de la responsabilidad y de una actitud de respeto y compromiso con  la protección y promoción de la vida. • Favorecer el desarrollo de la propia identidad. • Promover la toma de decisiones y la resolución de problemas • Concientizar sobre las consecuencias de los actos, sobre sí mismo y sobre los otros (familia, sociedad, etc.) • Construir metas y proyectos a corto, mediano y largo plazo. • Informar, concientizar y fomentar la investigación acerca de los tipos de drogas y las consecuencias psicofísicas de su consumo. • Comprender las nociones de uso, abuso y dependencia. • Comprender los conceptos de libertad y responsabilidad. • Promover el desarrollo de la Autoestima: autoimagen, autovaloración • Fomentar una Comunicación adecuada: valor del diálogo, desacuerdo respetuoso, escucha activa, personalización de la relación. • Fomentar el cumplimiento y construcción cooperativa de pautas para una mejor comunicación y convivencia. • Reflexionar y analizar la información producida y difundida por los medios de comunicación y publicitarios. • Reflexionar y analizar mandatos, creencias, mitos. • Reconocer y expresar sentimientos, emociones, necesidades y deseos propios y reconocimiento y respeto por los de los demás. CONTENIDOS TRANSVERSALES ACTIVIDADES ACTIV. ESPECÍFICAS (talleres, películas, etc) – VALORACIÓN DE LA VIDA – COMUNICACIÓN – EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS – CREATIVIDAD – INFORMACIÓN – ANÁLISIS CRÍTICO – LÍMITES – RESPONSABILIDAD – SOLIDARIDAD – Valorar y valorarse. Experiencia de Jornadas, Convivencias y/o retiros. – Crear espacios para el diálogo y la expresión de los sentimientos. – Fomentar el cumplimiento y creación de pautas de comunicación y convivencia. – Analizar críticamente publicidades, letras de canciones, etc. – Fomentar la creatividad a través de la plástica, la música, la creación de cuentos,  cartas, etc. – Distintas formas de diversión. – Trabajos de investigación sobre salud y enfermedad, drogas y sus efectos, etc. – Reconocer y reflexionar sobre mitos y creencias sobre drogas lícitas e ilícitas, etc. -Habilidades en el manejo de conflictos de pares y con la autoridad. – Asumir tareas de apoyo a al actividad del aula o deportiva. – Movilizarse para campañas solidarias, y comienzo de actividades apostólicas. – Lectura de cuentos/vidas ejemplares. -Creación de cuentos, canciones y publicidades para una mejor calidad de vida. – Dramatización, juego de roles y exploración de diversas emociones. – Analizar y debatir películas. – Dramatizar noticias periodísticas y reflexionar sobre las resonancias individuales y grupales. – Proyección de películas. – Taller de juegos: competencia y cooperación, juegos de integración. Paseos y salidas recreativas. – Taller de comunicación: exploración de diversos lenguajes. – Taller de límites.

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Educación Secundaria

“Si el adolescente tiene que vivir donde existen las drogas, habrá que enseñar al joven desde la infancia a vivir, y a disfrutar, sin recurrir a las mismas. Es en este aprendizaje temprano en el hogar y en la escuela donde se ponen los cimientos de una vida saludable” (Proyecto Hombre-Septiembre 1997) En la adolescencia  los jóvenes deben enfrentarse a cambios  vitales, ambientales, culturales y sociales debiendo comenzar el proceso de construcción de un proyecto de vida saludable. Se corresponde con el período más crítico, etapa de transición entre la infancia y la edad adulta. Los riesgos de consumo en la adolescencia son: El adolescente tiene que enfrentarse a estas situaciones nuevas y responder a las presiones del entorno que son nocivas para la salud mediante recursos personales adecuados, por eso desde la prevención debemos: Anexos: Talleres lineamientos curriculares SECUNDARIA

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Educación Primaria – (2° CICLO)

Hacia el final de este ciclo, alrededor de los once o doce años, los niños/as comienzan a experimentar deseos de autonomía e independencia, sentimientos de omnipotencia e invulnerabilidad, lo cual los lleva muchas veces a querer experimentar situaciones de riesgo. Esta es la etapa que coincide con la “edad de inicio” del consumo de drogas en nuestro país. De ahí la importancia de considerar las características de la adolescencia para la planificación de acciones preventivas y de autocuidado en esta etapa. En este ciclo los contenidos apuntan a: CONTENIDOS TRANVERSALES ACTIVIDADES ACTIV. ESPECIFICAS (talleres, películas, etc.)  – VALORACIÓN DE LA VIDA – AFECTIVIDAD – AUTOESTIMA – RESPONSABILIDAD – EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS   – COMUNICACIÓN – LÍMITES – TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN – INFORMACIÓN – Valorar la propia vida y la de los demás seres vivos. Cuidado de la ecología, cuidado del propio cuerpo nociones sobre calidad de vida. – Fomentar la responsabilidad de las propias acciones y de lo que se dice. (hablar en 1º persona) – Crear espacios en los que puedan expresar libremente sentimientos, emociones, necesidades y deseos. – Promover el ejercicio del diálogo como medio para resolver conflictos, la  escucha activa, etc. Pautas para una mejor comunicación: ser directo, no juzgar ni criticar, no interrumpir. – Trabajar de a pares o en subgrupos para fomentar la comunicación, la confianza y la integración grupal. -Investigar acerca de las drogas. – Debatir acerca de las distintas drogas y el daño que ocasionan. – Analizar mitos y realidades sobre el uso de drogas y alcohol. – Analizar publicidades y recortes periodísticos relacionados con el alcohol y las drogas. – Valorar la propia vida y la de los demás seres vivos. Cuidado de la ecología, cuidado del propio cuerpo nociones sobre calidad de vida. – Fomentar la responsabilidad de las propias acciones y de lo que se dice. (hablar en 1º persona). – Crear espacios en los que puedan expresar libremente sentimientos, emociones, necesidades y deseos. – Promover el ejercicio del diálogo como medio para resolver conflictos, la  escucha activa, etc. Pautas para una mejor comunicación: ser directo, no juzgar ni criticar, no interrumpir. – Trabajar de a pares o en subgrupos para fomentar la comunicación, la confianza y la integración grupal. – Investigar acerca de las drogas. – Debatir acerca de las distintas drogas y el daño que ocasionan. – Analizar mitos y realidades sobre el uso de drogas y alcohol. – Analizar publicidades y recortes periodísticos relacionados con el alcohol y las drogas. – Taller de expresión: dramatizar, juego de roles, ponerse en el lugar del otro, experimentar diferentes emociones a partir de ciertos disparadores (cuentos, noticias, fantasías dirigidas, etc). – Taller de integración grupal y comunicación. – Taller de límites – Proyección de películas – Análisis de casos y/o escenas. – Lectura y análisis de cuentos, completar el final de un cuento, cambiar el final, crear cuentos en base a determinadas consignas. – Taller sobre recursos resilientes para afrontar crisis u obstáculos. – Taller informativo a cerca de drogas, incluyendo alcohol y tabaco. Efectos y consecuencias a corto y largo plazo. – Taller de juegos – Taller de competencia y cooperación. Anexos: Talleres lineamientos curriculares PRIMARIA 2º CICLO

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Educación Primaria – (1° CICLO)

En 1º ciclo, los niños aprenden principalmente a través de la experiencia; es fundamental el papel que cumplen los referentes para el niño, “ser verdaderos ejemplos” para ellos. Incluir el cuerpo, los diferentes lenguajes y modos de expresión y la vivencia en sí misma, favorece el desarrollo integral del niño. En este ciclo se desarrollarán contenidos que apunten a: CONTENIDOS TRANSVERSALES ACTIVIDADES ACTIV. ESPECIFICAS (talleres, películas, etc) – VALORACIÓN DE  LA VIDA – AFECTIVIDAD – AUTOESTIMA – PROYECTOS – COMUNICACIÓN – EXPRESIÓN DE LOS SENTIMIENTOS – RESPONSABILIDAD – LÍMITES – TOLERANCIA A LA FRUSTACIÓN – INFORMAR Crear hábitos de cuidado de sí mismo, del otro y del entorno. Reflexionar y reconocer en quienes pueden confiar (no todos los adultos tienen valores ni son confiables). Crear un clima afectivo, de cuidado y contención. Valorar los logros y cualidades, incentivar y promover la creación de proyectos cortos y realizables. -Promover la escucha activa grupal y de a pares, ya sea de temas propuestos o que surjan espontáneamente. Brindar espacios para que los niños expresen sus sentimientos libremente. Fomentar la responsabilidad en lo que digan y hagan (hablar en 1º persona, hacerse cargo). Promover el cumplimiento de normas y límites. – Fomentar la cooperación y la solidaridad. Nociones de calidad de vida: alimentos nutritivos y perjudiciales. Diferenciar entre alimentos, medicamentos, drogas lícitas e ilícitas. Normas de higiene. Debate sobre las normas necesarias para convivir en un mundo/ciudad/barrio mejor y creación de pautas para la convivencia en el aula, etc. Proyección de películas Talleres de expresión de los sentimientos a través de títeres, máscaras, mímica, expresión corporal, plástica. (Ej: crear un títere o una máscara que represente la emoción que surge a partir de una situación o lectura de un cuento). Lectura de cuentos y posterior expresión plástica. Taller de cuentos: creación de cuentos. Taller de límites. Juegos: de integración, de cooperación, etc. Juegos de roles: ponerse en lugar del otro. Taller informativo sobre drogas y el daño que causa su consumo. Taller informativo sobre alcohol y tabaco y el daño que causa su consumo. Anexos: Talleres lineamientos curriculares PRIMARIA 1º CICLO

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NIVEL INICIAL(3-4-5 años)

Representa una etapa importantísima para prevenir, porque  los niños abandonan la seguridad que ofrece su familia para incorporarse a la escuela. En esta etapa el niño empieza a tomar decisiones, debe saber elegir y aprender de los modelos del entorno que lo rodea, por lo que este debe ser “educativo” y “saludable”, ya que todo lo que el niño viva es decisivo en el desarrollo de su personalidad  respecto del consumo de drogas. El poder desarrollar gradualmente  habilidades psicosociales, fortalecerá su autoestima, su capacidad de tolerar las frustraciones, le darán seguridad y confianza en sí mismos y en los otros, permitiéndole relacionarse con el mismo, con los otros y con el entorno de una manera más “saludable” En este ciclo se desplegarán contenidos tendientes a: CONTENIDOS TRANSVERSALES ACTIVIDADES ACTIV.  ESPECÍFICAS (Talleres, etc.) – VALORAR LA VIDA  – EXPRESIÓN – CREATIVIDAD – LÍMITES – COOPERACIÓN Observar y vivenciar el contacto con la Naturaleza, conectarse con la vida, cuidarla, valorarla. Promover espacios de escucha y de diálogo respetando el tiempo y la opinión del otro. Acordar pautas de convivencia; reconocer y cumplir normas y pautas establecidas. Registrar y expresar sentimientos, emociones, necesidades, desde diferentes lenguajes. Registrar algunos alimentos sanos y perjudiciales, y el remitirse al cuidado de los mayores. Fomentar la creatividad y el ensayo de respuestas diferentes. Registrar el límite desde el propio cuerpo. Cuentos y películas en los que se valore la vida de los seres humanos y demás seres vivos. Cuidar plantitas, observar sus necesidades. Paseos Taller de Creatividad Taller de Teatro Taller de juegos El poder desarrollar gradualmente estas habilidades psicosociales, fortalecerán su autoestima, su capacidad de tolerar las frustraciones, le darán seguridad y confianza en sí mismos y en los otros, permitiéndole relacionarse con él mismo, con los otros y con el entorno de una manera más “saludable”. El docente debe tener una actitud crítica, reflexiva, solidaria, respetuosa del tiempo de aprendizaje de sus alumnos, estimulándolos a ser creativos y acompañándolos  en su propio desarrollo. Anexos: Talleres de lineamiento curricular

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V. Trabajo institucional y lineamientos curriculares

I.   Nivel Institucional Objetivo general: • Incentivar y favorecer el compromiso de la institución para desarrollar el plan de prevención en el aula, con toda la comunidad educativa. Como hemos dicho más arriba, recuperar nuestra capacidad espiritual de vincular a la escuela con la vida es una prioridad en esta concepción preventiva. De hecho si la educación cumple sus objetivos, no hace falta la prevención, pues induce de por sí a que el sujeto aproveche y desarrolle su capacidad espiritual, la socializa e introduce en los ámbitos trascendentes de la fe, el ética, el arte y la ciencia; le enseña a convivir con el mundo adulto y ser crítico y autocrítico. Más allá de los embates socio-culturales de su contexto, tendrá resto seguro para encarara aspectos importantes de su vida. Pero es necesario que  quienes conducen esta labor no sólo cobren conciencia de la misma y  de la situación actual de sus alumnos, sino que profundicen en su propio compromiso con la salud espiritual e íntegra de sí mismos, con las motivaciones profundas de su propia vocación docente y con su compromiso cristiano como parte de la misma. Es la garantía de que la prevención en adicciones será más que un atravesamiento de los lineamientos curriculares, y/o interdisciplinarios, será una verdadera “mirada preventiva espiritual” de todo el proceso pedagógico, y especialmente vincular de la institución y sus actores diversos, y tendrá así efectos vitales, aunque parezcan reducidos. – En efecto una educación para la vida y para la vida cristiana,  para la salud y la salus en su profundo sentido antropológico cristiano, comienza desde la recepción y pasa por el tiempo libre, el trato personal y la disciplina, lo curricular y lo extra-curricular; lo urgente y lo importante para la institución. – La escuela es entonces un espacio de discernimiento permanente, apoyados en el Proyecto Educativo Institucional, en el Proyecto Curricular y los programas diversos; en el funcionamiento dinámico de la escuela y los roles. – Los niños y jóvenes están ávidos del testimonio encarnado de los valores más que de su enunciación, y mala pedagogía sería dar información y realizar dinámicas, si el aprendizaje que se adquiere al ver a los mayores a cargo, es contradictorio con lo que se enuncia. Para qué se educa, a qué metas se desea que conduzca la educación, qué estilo de vida queremos para nuestros alumnos en relación a la salud, es algo que debemos vivirlo nosotros primero. Los programas y didácticas saldrán de la misma capacidad y creatividad de los docentes y directivos. Para eso una verdadera re-creación espiritual de directivos y docentes es imperiosa para el abordaje preventivo. – Es necesario, por ejemplo, un detenerse a conocer las dificultades espirituales que originan las complicaciones psico-físicas de una adicción (en la que cualquiera de nosotros puede estar implicado) además de las vinculares que aquélla origina, y el contexto socio-cultural en el que se apoyan.  Nosotros podemos repetir en la escuela tal forma de funcionamiento social y o ser promotores, facilitadores de un estilo diferente, sano. – Sugerimos al respecto un esquema de comprensión diferenciador entre una mentalidad adictiva (en un sentido amplio metafórico: lo consumista y lo inmediatista omnipotente, por ejemplo tan típicos de nuestra post-modernidad) opuesto a una inducción espiritual en cualquier proceso formativo: Mentalidad adictiva                                                   Desarrollo espiritual TODO YA DIFERIR EL PLACER INCAPACIDAD DE FRUSTRARSE CONCIENCIA  DE LÍMITE INCAPACIDAD DE SACRIFICIO CONCIENCIA DE PROCESO DESVALORIZACIÓN DEL LARGO PLAZO CAPACIDAD DE ESPERA BAJA AUTOESTIMA CONOCIMIENTO DE SÍ-CONFIANZA EN DIOS POBRE MANEJO EMOCIONAL ORDEN DE LA AFECTIVIDAD ACCIÓN – REACCIÓN PENSAMIENTO CRÍTICO IMITACIÓN / IDENTIFICACION PENSAMIENTO CREATIVO SUPERFICIALIDAD DE TEMAS PROFUNDIZACIÓN DE TEMAS SOBREADAPTACIÓN VERDADERO SÍ MISMO IMAGINARIO-CÓDIGOS-ZAPPING SÍMBOLO-CONTEMPLACIÓN-DISCERNIMIENTO – Estos son sin duda ya actitudes y tópicos transversales que se irán plasmando en actividades para cumplir con esta condición de atravesar e interrelacionarse en la organización curricular, teniendo en cuenta que el objetivo es educar en la construcción de un sistema de valores referentes necesario para una convivencia en la sociedad y para un nuevo modelo de desarrollo. – Es por esto que los lineamientos curriculares deben ser flexibles, y permitirnos modificaciones en función de la diversidad, de las particularidades, de las características de la realidad y de las necesidades e intereses del aprendizaje; abierto, ya que se enriquece de la incorporación de contenidos que lo hagan constantemente pertinente a la realidad y su diversidad e integrador de los contenidos de los distintos niveles de la enseñanza y de las necesidades de aprendizaje de los alumnos. – Su diseño debe responder, además del PEI propio, a las demandas de la educación en función de las necesidades, intereses y aspiraciones de nuestro país, teniendo en cuenta las diversidades socioeconómicas, geográficas, culturales y educativas de las distintas realidades del ámbito nacional. – Aquí debemos pensar estrategias que apunten a la integración de saberes tanto como al crecimiento en las actitudes espirituales personales y grupales del desempeño docente para responder a las necesidades, intereses y capacidades de los alumnos como a las demandas formativas. Esto debe comprender a todo el personal docente y no docente en la medida de lo posible; necesariamente debe estar impulsado por sus directivos, quienes deben aplicar estrategias de intervención y capacitación que contemplen: • Proporcionar información y capacitación a TODO el personal del colegio • Implicar a toda la comunidad educativa en la elaboración y aplicación de programas preventivos en el colegio • Generar espacios de reflexión y debate para romper con prejuicios propios • Situarlos en las problemáticas juveniles • Salud Integral y conceptos: la confianza en sí o autoestima, los vínculos y sus dificultades actuales; los modelos y la presión socio-cultural actual; sus posibilidades. • La cultura de la imagen y la tecnología • Adicciones y otras patologías presentes en el aula • Grupos de pares • Habilidades sociales (que son, para que sirven) • Tiempo libre, de ocio, de

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IV El educere como tarea espiritual y preventiva

En definitiva, nuestra propuesta preventiva es el revalorizar nuestro lugar y trabajo como escuela, y con todos los actores de la comunidad educativa, pero desde el eje espiritual que, se supone, dirige nuestro cometido pedagógico. Pues donde esa vitalidad espiritual no se transmite, crecen las posibilidades de favorecer las adicciones (así como otras patologías) y el vacío que las sustenta. Sólo hay un verdadero vínculo educativo cuando la pasión por transmitir, la esperanza con que se anima esa pasión y la fe con que se la sostiene, están presentes en el docente, que entonces pasa a ser un verdadero maestro, con toda su resonancia evangélica (“enseña como quien tiene autoridad”, decían de Jesús Mt8,29). Su vitalidad invita a vivir, su gusto por lo que transmite, invita a gustar, y los paliativos frente al aburrimiento o la necesidad de evadirse pierden empuje. Hay un educere (sacar fuera) del maestro que vivifica y estimula el  educere del alumno. – En la institución escolar se pasan horas como dijimos, lo que allí se ve y trasmite pasa a la vida de los alumnos. Por eso el docente y todo el personal es educador, su presencia y actividad son observados con avidez, son formativos de por sí. Por eso lo que debe fortalecerse es su vida y compromiso espiritual, en su misma actividad escolar. Como se viene sugiriendo, no es la propuesta una nueva materia, función o contenido extra, sino un crecimiento consciente de la propia actividad vocacional que de vigor y revitalice esa transmisión de vida que significa la educación. – La educación es preventiva porque enseña a vivir en el mundo adulto a quienes  son jóvenes o pequeños para hacerlo por sus propias experiencias (la adicción es un paliativo esquivo y destructivo por no saber qué hacer con la vida). Para eso hay que tener vida y en forma experiencial, madura y gozosa, confianza en sí,  en el futuro y en los demás. Eso no quita la especificidad del tratamiento del problema en el aula, pero como fruto del vínculo y trabajo mismo del aula que suscita un interés en el tema. Trabajaremos un tema de salud, pero en la perspectiva espiritual cristiana. La salus, es salvación y salud. Es plenitud del ser humano y no solo no tener enfermedades. – Por tanto, no hay “acciones preventivas” aisladas, sino una mirada espiritual que advierte, previene, y que impulsa un proyecto que considere el proceso educativo de promoción de la salud. Prevención en adicciones no es tanto ni tan solo hablar de ellas, por el contrario, es trabajar en la promoción integral de la salud; que no es solo no estar enfermo, sino que es una situación de bienestar físico, psíquico, social y espiritual, que se construye a diario y que nos permite enfrentar los conflictos de una manera “sana”, desarrollar habilidades que permitan posicionarnos frente a la vida desde una manera sana y positiva. Esto implica: – Escucharnos a nosotros mismos (como adultos discípulos y maestros a la vez) en formación, oración, discernimiento; es la tarea de autoformación para poder ayudar al otro a abordar la misma experiencia y tarea. Dicha experiencia no es sino el vínculo educativo mismo con el que desplegamos el trabajo. Por eso es que prevenir en adicciones es también favorecer el aprendizaje de comportamientos saludables por imitación de lo que viven y observan en su entorno, sobre todo de los educadores, o por experiencia propia. La repetición de esos comportamientos llevará al hábito, a la costumbre, que facilitará el desarrollo saludable del niño y el adolescente. – Conocer lo adictivo y lo adictivo en nosotros, para trabajar lo espiritual que previene en los que nos siguen. Advertir lo que nos puede volver cómplices de una actitud de este tipo, y lo que favorece el ser facilitadores de la actitud espiritual de crecimiento. –  Este proceso asegura su eficacia a nivel institucional si es: Trabajar actitudes y habilidades Abordar la educación para la salud en el plano escolar significa, fundamentalmente, un nuevo enfoque para trabajar atravesando las asignaturas de cada ciclo, ya que es la prevención como actitud educativa la que adquiere sentido y la que mejor ayuda a lograr los objetivos planteados porque no atiende directamente al síntoma (sea consumo de drogas u otros), sino a combatir la demanda, anticipándonos en lo posible a las situaciones de consumo que van a tener que afrontar nuestros jóvenes. Prevención primaria. O incluso a mejorar y cambiar la propia situación cuando ya hubo ocasiones y situaciones de abuso. Así el enfoque en cuanto a objetivos, es lograr la formación de actitudes espirituales valorativas por medio de la promoción para la salud; estos son: Además de proponer el desarrollo de hábitos, actitudes, valores, etc., será conveniente promover habilidades sociales que son de gran importancia en la prevención de las adicciones: Para ello, previamente los niños y adolescentes necesitan desarrollar habilidades básicas para: El conjunto de estas habilidades desarrolladas y consolidadas en un proceso educativo son claves para afrontar situaciones de riesgo y comportamientos vulnerables . Los riesgos de consumo están presentes desde la infancia hasta la temprana madurez, por lo que los programas han de acompañar cada una de los períodos evolutivos de los niños, niñas y jóvenes. – Estos factores de riesgo, que manifiestan cierta vulnerabilidad en los  alumnos son, entre otros: Sintéticamente, el desarrollo de las habilidades para una vida mejor se basa en el entrenamiento de las virtudes fundamentales que nuestra fe enseña y practica para enaltecer la libertad: justica a sí mismo y a los demás, templanza para educar el deseo; fortaleza para la adversidad y las frustraciones; y prudencia para el más simple y el más profundo discernimiento de las opciones. Pero ¿cómo desarrollar tales actitudes y habilidades sino están consolidadas en nosotros, sobre todo porque su transmisión es vincular, aunque sea a través del trabajo en el aula (en sentido amplio)? ¿Cómo lograr una vinculación desde estas actitudes sin un ida y vuelta de tales acentuaciones espirituales entre docentes y alumnos? ¿Cómo trabajar con

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III La escucha y respuesta a la llamada

Convocados como discípulos a ser misioneros, escuchamos el llamado del Señor en la voz de nuestros pastores. El llamado resuena sin embargo en un contexto complejo: cumplir con nuestro ideario por un lado; responder a un sistema educativo cambiante y confuso, y contestar a tantas demandas de padres e hijos que sobrevaloran las posibilidades de la escuela por otro, tanto como que la usan para su descarga y protesta social en muchos casos. ¿No será entonces pretencioso, pedir a la escuela una tarea más? El llamado nos pide niveles distintos de escucha. – El primero, es que somos convocados como escuela y no para una tarea extra; hay confianza en que la escuela es preventiva de por sí, es paso y transmisión de vida. – El segundo nivel es la escucha de nuestros niños y jóvenes, en quienes nuestros obispos ven un creciente “vacío existencial”. – El tercer nivel es el de la escucha a nosotros mismos, a lo que resuena en nuestro corazón de cristianos el enfrentar este desafío, sin eludir que también resuenan los ecos del mundo en que vivimos: su consumismo, su relativismo, su huida de los compromisos y apegos, nuestros propios vacíos quizás. Frente a ellos podemos hacer los siguientes interrogantes como reflexión espiritual: – ¿No es el momento de revalorizar y fortalecer nuestra identidad de colegios católicos, desafiados por el “vacío existencial” como antítesis de nuestro compromiso y misión? – ¿Qué nos moviliza ver a nuestros niños y jóvenes buscando la evasión, el descontrol y la autodestrucción, cuando se supone han conocido a través nuestro, a Cristo? – ¿Qué vida espiritual tenemos y transmitimos? Creemos que el llamado a trabajar en una pastoral de las adicciones, es paradójicamente, la oportunidad de replantear nuestra tarea educativa en su esencia propia y para todos sus actores, porque las adicciones son una sutura de silencio (a-dictum, imposibilidad de hablar) y muerte, allí donde debimos incitar la creatividad y la confianza de vivir. Esto tienen que ver con el espíritu, que es el ámbito desde el cual proponemos se dirija la vida para quien quiere ser un ser digno y libre, por ser hijo de Dios. La escuela, y en especial la católica, no está para informar, brindar conocimientos y dar logros de rendimiento intelectual solamente, sino para ayudar a formarse a la persona, introducir a la vida de adultos con un horizonte esperanzado y vital. Debería ser nuestra tarea también favorecer  un proyecto de vida personal que no de lugar a ese “vacío existencial”. En todo caso, nos preguntamos como educadores: ¿Porqué tantas carreras adictivas comienzan con fracasos escolares, o sensación de stress e insuficiencia frente a la tarea escolar? ¿Tantas horas pasan los chicos con estos adultos que somos nosotros y no tenemos nada que ver con esta problemática? ¿Qué pasa con los procesos cognitivos ciertamente, y simbolizadores? ¿Hasta qué punto se fomentó una apertura a la plasticidad artística y el goce estético? ¿Qué conocimiento de sí, del propio mundo emocional y de sentimientos y sensaciones hubo? ¿Qué conciencia de límites, autoridad y vínculos a través de la convivencia escolar, el juego, el desempeño sacrificado? ¿Qué valoración y evaluación de lo aprendido y de las propias capacidades? ¿Qué tolerancia y tramitación de la frustración y los tiempos procesales? ¿Qué lugar de cuestionamiento y conexión interior y social tiene la enseñanza religiosa? ¿Qué apertura a la amplitud de horizontes, a la confianza sobrenatural, a la experiencia de lo sagrado y salvífico? ¿Cómo impregna el Evangelio la vida escolar? Una larga lista de interrogantes seguiría suscitándonos el grito silencioso de la ansiedad adictiva en que caen nuestros jóvenes. Al silencio queremos llevar la esperanza, conscientes de que lo arduo a emprender llevará tiempo, compromiso y participación de todos como comunidad , pero no pide perfeccionismos ilusorios, sino constancia en la tarea, firmeza en nuestros lugares de adultos y maestros, pasión en el transmitir y acompañar. Es nuestra manera de vivir el amor de Cristo desde el aula, es la forma posible pero irrenunciable. Para vencer este mal es necesario corregir las causas que llevan a las personas a consumir drogas, debemos “educar para la vida”, creando “modelos de vida alternativos y espacios saludables” basados en valores  trascendentes y poniendo un fuerte acento en la prevención. Para eso debemos  basar la estrategia en promover en la persona los valores, el bien común, la dignidad humana, la solidaridad y el desarrollo de habilidades que les permitan descubrir el valor de la vida, el sentido de la vida, el sentido del respeto a sí mismo y a los demás, el sentido de la libertad y de la responsabilidad. Una vida con sentido, en la que el esfuerzo, el sacrificio y aún el dolor, tengan una justificación plena, como parte de un camino de crecimiento con verdadero sentido de trascendencia. Una vida en la que la responsabilidad, la honestidad, los procederes éticos, la solidaridad, el bien común, sean valorados y constituyan la guía de nuestras acciones y comportamientos. Bibliografía: -Card. Jorge Mario Bergoglio sj, “Educar: Exigencia y pasión”, Ed. Claretiana, BsAs, 2003 -Hugo Salaberry; Angel Rossi; Diego Fares, “Educar es difícil, posible y bello”, Ed Bonum, BSAs., 2002 Anexos: Apunte 2: ¿Qué chicos y qué familias recibimos? Aspectos psicosociales actuales

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II. Un llamado misional

El Episcopado nacional ha convocado desde hace dos años a la Iglesia a movilizar sus energías en una tarea pastoral de abordaje de la problemática de las adicciones. Con clara honestidad manifiestan en su Carta Pastoral de convocatoria, el déficit que al respecto ha tenido nuestro accionar apostólico “Todos sabemos algo acerca de la droga, pero en general no nos animamos a abordar el problema y así ayudamos a crear  un contexto que favorece su consumo. En definitiva, no tenemos la valentía y el coraje  necesarios para encarar seriamente uno de los más graves males de nuestro tiempo. Indiferencia, consumismo, hogares que se rompen, falta de proyectos, cambio de valores, precarias condiciones sociales y un alarmante tráfico y comercio de drogas son determinantes para que la droga entre en nuestras familias y en nuestras comunidades. La situación es grave y requiere de una acción mancomunada de toda la sociedad. Pero digámoslo claramente desde el comienzo: la lucha contra la Drogadependencia  no es un interrogante sin respuesta. Las claves para enfrentarla son (Cfr. Doc. Aparecida No 422-426): Promover una cultura de la vida basada en la dignidad trascendente de toda persona humana que no acepta vivir bajo la esclavitud de sustancias que llevan al mundo de las tinieblas.” Constatan que “que la drogadicción no es sólo un problema de “sustancias”, sino más  bien de cultura, valores, conductas y opciones. Es expresión de un malestar profundo que algunos llaman “vacío existencial” Tan contundente es la constatación de la deficiencia como la direccionalidad de la propuesta de salida: volver a la “cultura de la vida”, que tanto defendió Juan Pablo II y es propiamente evangélica. La propuesta es por otra parte fuertemente sostenida por el Episcopado latinoamericano en Aparecida, como la misma carta lo cita. Ambos documentos tendrán especial referencia en esta promoción de la cultura de la vida, a la tarea educativa (específica e inespecífica) y a la transmisión de valores. El Programa de Acción Pastoral que se lanzó junto a la Carta mencionada, postula como primera acción de creación de alternativas frente a la problemática de las adicciones, la Educación y Prevención. Remarcan que es necesaria “una estrategia de prevención basada en tareas educativas en todos los niveles, fundamentalmente en el seno de la familia, las iglesias, la escuela, las fuentes de trabajo, las comunidades barriales y en todos los ambientes donde se dignifique y se celebre la vida.” Y nos advierten: “Porque confiamos en la prevención educativa, nos parece insuficiente la atención que presta a este tema la Ley de Educación Nacional, recientemente aprobada” Ante esta llamada entonces, y ante el peso de la realidad de nuestros jóvenes y niños y su entorno socio-familiar, se hace imperiosa la puesta en ejecución de dichas tareas preventivas en el seno de nuestras comunidades educativas. Anexos: Apunte 1: Sugerencias de lecturas Pastorales Apéndice 1A: Conceptos fundamentales de Adicciones. ¿De qué hablamos? y Apéndice 1B: Conceptos fundamentales de Prevención. ¿De qué hablamos? Apunte 1: Nueva Ley de Prevención y Bibliografía oficial

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