El pasado sábado 12 de octubre, en la parroquia Santa Cruz de Fiorito (diócesis de Lomas de Zamora), se llevó a cabo el Encuentro de Pastoral de Adicciones de la Región Buenos Aires. Participaron representantes de las diócesis de Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda-Lanús, Zárate-Campana y San Isidro, junto a diversos movimientos eclesiales y sociales.
Entre las organizaciones presentes estuvieron parroquias locales, Cáritas, la Familia Grande Hogares de Cristo, Cuidadores de la Casa Común, la Legión de María, el Movimiento Scout, cooperativas y movimientos populares, entre otros. Los objetivos del encuentro fueron sensibilizar a la Iglesia sobre la realidad de los jóvenes afectados por las adicciones y fortalecer la red de prevención, asistencia y revinculación pastoral en toda la región.
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió el encuentro acompañado por el padre Carlos Morena y el hermano Mario Romanín. El padre Roberto Ferrari, miembro del equipo de la pastoral regional, inició la jornada con una reflexión sobre la parábola del Buen Samaritano, invitando a los asistentes a preguntarse: “¿Quién es tu prójimo?”.
La jornada se organizó en tres ejes: prevención, asistencia y revinculación. En el área de prevención, se presentó la Formación de Preventores Comunitarios en la Universidad de Lanús, y se compartió una propuesta dirigida a la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires para integrar la prevención de adicciones en todo el sistema educativo.
El eje de asistencia estuvo marcado por la mística y metodología de la Familia Grande Hogares de Cristo, basada en la recuperación de los jóvenes afectados por las adicciones, inspirada en el gesto del cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco. El padre Carlos Morena y Ricardo Avena compartieron el impacto de este movimiento, que se enfoca en abrazar la vida tal como es y acompañar la recuperación de quienes más lo necesitan.
Por su parte, en el área de revinculación, Eduardo Balán, de la organización Culebrón Timbal, presentó el proyecto “1.000 Pueblos Jóvenes”, orientado a crear oportunidades para jóvenes marginados y repoblar áreas rurales de Argentina. Destacó la experiencia en la localidad de Croto, cerca de Tapalqué, y el trabajo de la escuela secundaria en Moreno, que forma parte del sueño de fundar nuevos pueblos en el país.
Durante el encuentro, también se compartió la experiencia de Santa Elena, Entre Ríos, donde jóvenes participan en el cuidado y trabajo de 500 hectáreas, una iniciativa compartida por Lucas Dalmasso, del equipo de capacitación de la Pastoral Nacional de Adicciones.
El evento contó con la participación de funcionarios del gobierno de la provincia de Buenos Aires, como Julieta Calmels, subsecretaria de Salud Mental; Gustavo Alcaraz, jefe de Gabinete de la Dirección General de Escuelas; y Felipe Rinese, coordinador de Centros Juveniles del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad. Además, el profesor Daniel Russo, director de la Licenciatura en Seguridad Ciudadana de la Universidad Nacional de Lanús, también estuvo presente.
Finalmente, se acordaron compromisos concretos para avanzar en la formación de preventores comunitarios y continuar desarrollando el programa de prevención de adicciones en las escuelas. El obispo Lugones cerró la jornada destacando la importancia del rol del Estado, afirmando: “Sin el Estado, no podríamos llegar donde tenemos que llegar ni acompañar como tenemos que acompañar”.